¿El café más caro del mundo podría ser el causante de la próxima epidemia mundial?
Foto vía:Instagram @veterinariayviajera
Antes que nada, ¿Sabías que el café más costoso del mundo puede costar hasta 1600 pesos, una sola taza?, es decir, unos 80 dólares. Así que, tomarte una taza por día, si eres de los que toman asiduamente esta bebida, te saldría en unos 49.520 pesos. ¡Un poco ostentoso! ¿No crees?
Pues bien, además de que este café tiene un valor monetario elevado, también acarrea un costo más lamentable, ya que su exquisitez, depende del detrimento de la vida de un pequeño mamífero que habita en Indonesia.
Es decir; la civeta, un animal ovnímero que es tomado de la selva húmeda en donde vive regularmente, para llevarlo a cautiverio. A fin de que pueda ser alimentado únicamente por bayas de café, dejando de lado los insectos, reptiles y las demás frutas de las cuales se alimenta en su vida silvestre.
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La razón es que, la civeta se come estas frutas aún rojas, y en su proceso digestivo, la capa superior que es amarga, es desintegrada por las enzimas digestivas del animal, expulsando entonces el grano del café, casi entero, pero además, con un dulzor característico que le aporta un sabor único bien particular.
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Las personas más adineradas, que consiguen degustar este café y se dejan cautivar por su sabor, son constantes consumidoras de esta bebida. Sin embargo, tras esto se esconde el hecho de que los animales son obligados a vivir encerrados, en contacto diario y continuo con sus propias heces, y en estas condiciones insalubres y con una pésima alimentación, se desgastan más rápidamente hasta morir o hasta que no sirven para la producción del kopi luwak, o café de gato, como se traduce del indonesio. En este último caso, se devuelven a la selva en donde suelen morir rápidamente por no encontrarse bien de salud.
Pero además de este atentado contra la especie, hay otro peligro que pondría nuevamente en riesgo a la humanidad de sufrir una nueva pandemia. Y es que, al ser este café, producto de las heces de las civetas, si una de ellas contrae un nuevo virus que transmitiera a través de su excremento a los seres humanos, podríamos nuevamente no estar preparados para la enfermedad que pudiésemos desarrollar.
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Por esta razón, en septiembre del 2020 PETA realizó una investigación y alertó a Japón sobre el riesgo de exponer la salud con este tipo de productos, para que terminara con la importación de este animal. Y también, para que se pusiera fin a la explotación y abuso animal sobre esta especie.
Sin embargo, hasta ahora, no hay una ley como tal, que prohíba dicho comercio.