¿Alguna vez te ha sucedido que tienes una idea durante años, sobre algún término, concepto o cosa y te das cuenta pero luego de mucho tiempo, que estabas en un error? Quizás sientas mucha vergüenza interna por haber tenido esa falsa creencia o conocimiento, y puede que incluso no se lo confieses a nadie si los demás no se dan cuenta de tu equivocación. Todo con tal de no pasar pena frente a otros.
Pues bien, ahora en esta era tecnológica equivocarse puede significar una vergüenza pública porque, gracias a los teléfonos celulares y al internet, un error puede difundirse rápidamente e incluso un hecho bochornoso puede viralizarse al punto de darse a conocer masivamente en cuestión de minutos.
Esto es lo que ha sucedido con una mujer que llegó a un establecimiento de donas a pedir lo que ella consideraba era una docena de estas. La señora fue atendida pero cuando obtuvo la docena solicitada se sorprendió y exigió el resto. Ante la solicitud de la cliente, la empleada quedó consternada pero más aún cuando la señora argumentó que una docena eran 50 y no 12.
El audiovisual obtenido por otro cliente en un establecimiento de Dunkin Donuts de EUA, se grabó el pasado mes de febrero del pasado año y desde entonces ha circulado a través de internet. Muchos internautas emitieron su opinión, la mayoría burlándose de la cliente insatisfecha que esperaba recibir nada más y nada menos que 38 donas más que las correspondientes 12.
En ese tono, algunos señalaban que debía tomar lecciones de matemáticas mientras que otros también criticaron que la señora en cuestión, llevaba el tapabocas en la barbilla y no en la boca y nariz como es debido.
¿Qué te parecería la promoción de cuatro docenas por el precio de una? ¿Toda una oferta no?
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