El amor no conoce límites: La historia de la mujer que se enamoró de un árbol

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Una mujer canadiense ha sorprendido al mundo al revelar una relación poco convencional: ¡está enamorada de un árbol! Sonja Semyonova, de 45 años, ha declarado públicamente que se considera ‘ecosexual’ debido a su conexión profunda con un roble cercano a su hogar en Vancouver.

Según Sonja, su vínculo con el árbol comenzó durante la pandemia, cuando comenzó a dar paseos diarios por los senderos cercanos. Lo que inicialmente era una rutina de ejercicio se transformó en algo más profundo cuando comenzó a experimentar una conexión emocional y, sorprendentemente, incluso erótica con el árbol.

En una entrevista con Daily Mail, Sonja explicó que, aunque no siente una atracción sexual hacia el árbol, sí experimenta sentimientos intensos que ha estado buscando en relaciones humanas sin éxito. “Noté una conexión con el árbol. Yo mentiría si dijera lo contrario. Había un erotismo con algo tan grande y tan viejo que me retenía”, admitió.

La noticia de la ecosexualidad de Sonja ha generado una amplia gama de reacciones en las redes sociales, con algunos usuarios criticando su postura poco convencional. Sin embargo, Sonja defiende su identidad ecosexual, explicando que la ecosexualidad es simplemente una forma de explorar el mundo erótico a través de la conexión con la naturaleza, y no se limita a relaciones íntimas entre humanos y el entorno natural.

El término “ecosexualidad” no es nuevo, habiendo sido acuñado en 2008 por las artistas estadounidenses Elizabeth Stephens y Annie Sprinkle. Ellas promueven una forma de relacionarse con la naturaleza de manera erótica y redactaron un “manifiesto ecosexual” en 2011 para articular sus principios.

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Sonja sostiene que todos somos ‘ecosexuales’ en cierta medida, ya que disfrutamos de experiencias sensoriales en la naturaleza, como caminar por parques o viajar a lugares naturales. “Creo que podríamos beneficiarnos de tener una relación más simbiótica con la naturaleza, una relación que podría ser definitivamente erótica”, reflexiona.

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