Un enojo con sus padres le hizo cavar una cueva que ahora es su hogar

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El enojo es un sentimiento que si no se canaliza bien, puede terminar en actos terribles. De hecho, no son pocos los que han admitido haberse cegado de rabia en algún momento, cometiendo actos de los cuales se arrepintieron luego.

Sin embargo, si lo dominamos, y utilizamos toda la energía que sentimos en un momento de enojo para hacer cosas productivas, entonces quizá sea más útil de lo que imaginamos. ¿Lo has intentado? ¿No estás muy convencido de que esto funcione?

Pues bien, te traemos un ejemplo concreto de que lo anterior es realmente posible, hacemos referencia al joven Andrés Cantó, un español que un día, tuvo una común discusión con sus padres y al enojarse decidió dar unos palazos en su jardín, ocupando la mente y el cuerpo en una actividad que le sacara de su rabia.

Pero entonces Andrés tuvo una idea y decidió comenzar un proyecto personal que lo ha ocupado desde entonces. La anécdota ocurrió en el 2015 cuando el joven era apenas un adolescente, ahora en sus 20, ha continuado trabajando en ello.

Se trata nada menos que de una cueva que, aunque se encuentra en el jardín de sus padres, ahora es su espacio personal. Este proyecto que comenzó como el mismo Andrés explica, siendo tan solo un hoyo, ahora es prácticamente un hogar. Está equipada con calefacción para el tiempo de frío, Wifi, equipo de música con casetes y luz eléctrica.

Andrés también ha explicado a otros medios, que ha recibido ayuda de un amigo suyo; Andreu para realizar mejoras y ampliaciones a la cueva que hoy en día está debidamente certificada por la municipalidad de la zona.  

 

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Durante la pandemia, Andrés avanzó mucho más, y su mundo bajo tierra ya cuenta con espacios que tienen adobe, piedras, y estructuras que la hacen más fuerte para mantenerse habitable.

¿Y tú, cómo canalizas productivamente tu enojo?

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