Trump cierra la aplicación CBP One para pedir asilo en la frontera con México

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El 20 de enero de 2025, miles de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos se vieron sumidos en la incertidumbre tras la suspensión de la aplicación CBP One, que permitía a los solicitantes de asilo agendar citas para ingresar al país de forma legal. El cierre de la plataforma ocurrió en el mismo momento en que Donald Trump asumió la presidencia, provocando una reacción de sorpresa y desesperación entre aquellos que aguardaban su turno en los puntos fronterizos.

CBP One, que había estado en funcionamiento desde 2023, se utilizaba para gestionar el flujo migratorio, permitiendo a los migrantes que se encontraban en México solicitar una cita en alguno de los ocho puertos de entrada establecidos por las autoridades estadounidenses. Sin embargo, la suspensión de la aplicación dejó a muchas personas con citas programadas sin opción de ingresar, pues un mensaje en sus dispositivos móviles les notificaba la cancelación inmediata de las citas.

En Ciudad Juárez, uno de los lugares más afectados, familias completas se encontraban esperando, algunas de ellas desde hace días, con la esperanza de ser procesadas. Margelis, una migrante venezolana que viajaba con su esposo y su hijo, mostró a los periodistas la confirmación de su cita, programada para las 13:00 horas de ese mismo día. Tras recibir la noticia de la cancelación, la confusión y el shock se apoderaron de los solicitantes, quienes se preguntaban qué harían a continuación.

La noticia se propagó rápidamente en puntos como Tijuana, donde decenas de migrantes provenientes de Cuba, Venezuela y otros países de América Latina, que esperaban pacientemente su turno, se vieron también despojados de la oportunidad de ingresar legalmente. El sacerdote Pat Murphy, director de la Casa del Migrante en Tijuana, expresó su preocupación por el empeoramiento de la situación, ya que muchos de los migrantes no tienen claro qué les depara el futuro.

El cierre de CBP One también afecta a quienes habían hecho grandes sacrificios para llegar hasta la frontera, como Adel Caballero, un migrante cubano que se encontraba con la esperanza de reunirse con su hijo en Estados Unidos. La frustración y la impotencia se hicieron sentir entre las familias que habían confiado en el sistema para llegar de manera legal a su destino.

Con la cancelación de las citas y la falta de respuestas claras de las autoridades, la situación se torna aún más difícil. Además, con las amenazas de deportación masiva anunciadas por la nueva administración de Trump, los migrantes temen que sus esperanzas de asilo se desvanezcan y que la situación en la frontera se complique aún más.

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El futuro de los migrantes en la frontera sur de Estados Unidos es incierto. Muchos se preguntan si el gobierno implementará un nuevo sistema para procesar las solicitudes de asilo o si se les dejará a su suerte en un limbo legal que pone en riesgo su seguridad y bienestar. Las organizaciones humanitarias, por su parte, siguen luchando por una solución que permita a los migrantes cruzar de forma segura y legal, mientras el panorama se oscurece con cada día que pasa.

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