El reconocido actor Denzel Washington, célebre por películas como Hombre en llamas, ha dado un paso trascendental en su vida personal al ser bautizado y recibir su licencia como ministro este sábado 21 de diciembre. La emotiva ceremonia tuvo lugar en el Templo Kelly, ubicado en la ciudad de Nueva York, marcando el inicio de una etapa dedicada a la fe.
Durante el evento, Washington compartió un mensaje profundo con la congregación, destacando el impacto de su experiencia espiritual: “Si Dios puede hacer esto por mí, no hay nada que no pueda hacer por ti. El cielo es literalmente el límite”, afirmó, dejando entrever la fortaleza de su compromiso religioso.
El actor estuvo acompañado por su esposa, Pauletta Washington, quien manifestó su admiración por la decisión de Denzel y su papel como líder familiar. “Eres la cabeza de nuestra casa y has dado un gran ejemplo a nuestros hijos, que ahora son adultos y saben la diferencia porque les hemos mostrado la diferencia”, expresó emocionada.
En la ceremonia, Washington posó frente a las cámaras mostrando su licencia de ministro y su certificado de bautismo, símbolos tangibles de esta nueva etapa en su vida.
Hijo de un pastor pentecostal, Denzel Washington ha mantenido una conexión profunda con su espiritualidad desde joven. En un ensayo reciente publicado por Esquire, el actor recordó un momento clave en su vida, cuando en 1980, una visita a la iglesia pentecostal West Angeles en Los Ángeles marcó su fe de manera significativa: “El momento más importante de mi vida fue cuando fui lleno del Espíritu Santo”, relató.
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Aunque Washington ha señalado que expresar abiertamente su fe puede ser complicado en la industria del entretenimiento, afirmó que su propósito es claro. “Es mi trabajo ensalzar a Dios, alabarlo, y asegurarme de que todos y cada uno con quienes hable el resto de mi vida entiendan que Él es responsable de mí”, escribió en la publicación.
Con esta decisión, el actor reafirma su compromiso con la espiritualidad, iniciando un capítulo en el que busca compartir su fe y ser un testimonio vivo de su transformación.